miércoles, 13 de octubre de 2010

“Los Cuatro Hermanos Silva - Voces Que Prevalecen A Través Del Tiempo”

En la Historia de la música típica chilena, y Sobretodo Del Bolero Los Cuatro Hermanos Silva están entre los intérpretes que en los años '40 renovaron ese repertorio con la actuación de mujeres en el rol de cantantes y figuras escénicas, y es el conjunto que con más persistencia ha exportado su música a nivel internacional, extendida desde el repertorio chileno al latinoamericano.
Su nombre era Lolita
Originario del pueblo de Panquehue, en la provincia de Aconcagua, el grupo nació en una familia de nueve hermanos. Olimpia, Malvina, Hugo, René, Julio y Nono Silva, junto al músico Pablo Castro, fueron los iniciadores del conjunto, que pronto decantó en su formación definitiva, con Olimpia en voz, más conocida como Lolita, y Hugo, René y Julio en voces y guitarras, además del arpa que Hugo Silva aprendió del músico Mario Cabello.
El debut de Los Cuatro Hermanos Silva data de 1945, cuando ganaron un concurso para músicos aficionados organizado por Radio Prat, ante un jurado que integraban el actor Carlos Cariola y la folclorista Margot Loyola. El premio incluía un contrato por tres meses para actuar en la emisora, y el grupo se inició cantando música chilena recopilada en la zona central, con los conjuntos de huasos típicos como influencia.
Pioneros en actuar con una mujer en el atuendo de huaso reservado por tradición para los hombres, según apunta el musicólogo Juan Pablo González, Los Cuatro Hermanos Silva coincidieron con el ascenso de la figura femenina en el espectáculo de la música típica, encarnado primero por Ester Soré y más tarde por Carmen Ruiz en el conjunto Fiesta Linda o por Silvia Infantas al frente de los Baqueanos y los Cóndores.

Un primer éxito del conjunto, según refiere el folclorista Nano Acevedo, es la tonada ''Ya viene llegando el día'', de Guillermo Soudy, y uno de sus tempranos discos de 78 rpm, grabado para el sello Odeon, consiste en las canciones ''Mi banderita chilena'', de Donato Román Heitman, y ''Río río'', de José Antonio Soffia, acreditado a los ''Hermanos Silva con acompañamiento típico''. Otras grabaciones suyas son las tonadas ''El delantal de la china'', de Antonio Viergol y Osmán Pérez Freire, y ''Ende que te vi'', de Luis Bahamonde.
A dos años de su debut, Los Cuatro Hermanos Silva ya trabajaban en Radio Minería en 1947 y en el programa ''Ésta es la fiesta chilena'' de Radio Corporación en 1948, año en el que también formaron parte de la ''La fiesta en los campos chilenos'', una revista iniciada en 1928 por Francisco Mieres con la que se presentaron en la medialuna de Maipú junto al Dúo Rey Silva y a las Cuatro Huasas de Esther Martínez. Además animaron la bohemia capitalina de la época, en lugares como El Rosedal, El Pollo Dorado y la revista ''Bim Bam Bum'' del Teatro Ópera, lugares en los que actuaron con el propio Dúo Rey Silva, Los Tres Diamantes, los mexicanos Los Panchos y otros tríos de boleros. Es toda esa actividad las que les valió ganar el premio Caupolicán, otorgado por la prensa desde 1950.
Los Hermanos Silva, México y la era del long play
Para los años ’50, Los Cuatro Hermanos Silva ya estaban actuando en otros países. Tocaron en la radio Splendid de Buenos Aires, en 1956 visitaron Colombia y en 1957 recorrieron Venezuela, Panamá, Costa Rica, Salvador y México, donde, ya iniciada la era del long play, fueron contratados por el sello RCA Victor.

Fue el inicio de sus grabaciones más célebres. Hacia el mismo año, tras actuar en catorce países y obtener la distinción de embajadores artísticos oficiales del gobierno de Chile, grabaron el disco Folklore latinoamericano con los 4 Hermanos Silva (1957), cuyo solo título da cuenta de los nuevos repertorios reunidos por el grupo en sus viajes. Y la selección de canciones lo corrobora.
En ese LP están la zamba ''Recuerdos de Ipacaraí'', la postal folclórica paraguaya ''Pájaro campana'', los boleros ''Cuando tú me quieras'' y ''Amore mío'', de Moreno y Barrios y de Mario Clavell; el ''Carnavalito quebradeño'' andino, con charango incluido; el más famoso vals peruano con ''La flor de la canela'', de Chabuca Granda, y las tonadas ''Yo vendo uno ojos negros'', con arreglo de Donato Román Heitman, ''Ende que te vi'', de Luis Bahamonde, y ''Las dos puntas'', de los argentinos Osvaldo Rocha y Carlos Montbrun Ocampo.
Al igual que un grupo como Los De Ramón o que un movimiento completo como el de la Nueva Canción Chilena, Los Cuatro Hermanos Silva se remitieron no sólo a las raíces chilenas sino también al folclor latinoamericano, y en su caso buscaron también las expresiones más reconocibles de ese folclor. Para RCA, se trataba de ''un conjunto típico creado especialmente para dar una nueva dimensión al cancionero vernáculo, dimensión que hiciera de fácil y grato acceso la música popular para todos los públicos del mundo. Los Hermanos Silva perseveraron largo tiempo en la enorme tarea de vaciar en estos moldes accesibles el folklore musical de Latinoamérica'', según la reseña del primer LP.

En adelante el conjunto grabaría nuevos éxitos como el bolero ''Quisiera ser'' y el joropo ''Alma llanera'' en la seguidilla de LPs Mosaico latino, Vuelven Los Cuatro Hermanos Silva, Nostalgias de Chile y Estampas musicales, un disco que mantiene la tendencia con canciones como ''Río rebelde'', del compositor argentino Félix Humberto Cholo Aguirre, ''Carnavalito gitano'', del español Augusto Algueró, y nuevas citas a Chabuca Granda en ''Fina estampa'' y a Luis Bahamonde en ''Qué lindo es el amor''.
Pájaro campana y flor de la canela: Hermanos Silva para el mundo
A partir de entonces Los Cuatro Hermanos Silva se transformaron en un producto de exportación y tocaron en sitios tan disímiles como Puerto Rico, donde actuaron en los años '60; Estados Unidos, con presentaciones en Las Vegas; España y Japón, al tiempo que estos repertorios y otros más recientes alimentaban una amplia gama de compilaciones y reediciones.
El cancionero del conjunto, ya traspasada la era del CD, es accesible en compilados con títulos como 10 super éxitos (1991), que incluye ''Regresa a mí '', ''Alma llanera'' o ''Recuerdos de Ipacaraí''; Carnavalito humahuaqueño (2004), con ''La flor de la canela'', ''Paisaje de Catamarca'', ''Angélica'', ''Pájaro campana'', ''Alma llanera'', ''Fina estampa'' y ''Dos puntas'' y El cóndor pasa (2004), con ''El cóndor pasa'', ''Noches de Tucumán'', ''Los ejes de mi carreta'', ''Ende que te vi''.
Más elocuente es la serie de cuatro volúmenes de Ecos de los Andes (1991), donde figuran desde ''Pájaro chogüí'' o ''Caminito del indio'' hasta clásicos chilenos como ''Si vas para Chile'' y ''Gracias a la vida''. Y Los Cuatro Hermanos Silva también han grabado discos recientes, como Canto a América (1995), que evidencia la edad del grupo al incluir éxitos de plenos años '80 y '90 como ''Lo voy a dividir'' y ''Caballo viejo'', popularizados por Raphael y Julio Iglesias, al lado de la zamba ''Sapo cancionero'' y de ''Todo cambia'', de Julio Numhauser, una de las más recurrentes canciones del exilio chileno.
Ese mismo viejo long play de 1957 ha sido reeditado y remasterizado con medios digitales. Pasó de llamarse Folklore latinoamericano con los 4 Hermanos Silva a Latin american evergreens, pero son las mismas doce canciones grabadas en México por un conjunto chileno iniciado en Panquehue en el año '45. Fueron muchos los músicos y cantantes que en la primera mitad del siglo pasado tuvieron éxitos en la música típica chilena, pero muy pocos como Los Huasos Quincheros o el Dúo Rey Silva han cumplido la edad necesaria para llamarse longevos, y entre ellos ninguno como Los Cuatro Hermanos Silva dio el salto hacia la música típica de todo un continente, para quedar disponible hasta nuestros días por igual en tiendas de Internet y en aeropuertos del mundo.